Notas |
- Rey de León de 1188 a 1230. Con la convocatoria de una curia abierta en la que, por primera vez, representantes de los burgos y villas intervinieron en los asuntos de estado, el monarca leonés Alfonso IX propició el nacimiento de las Cortes en España.
Alfonso IX nació en 1171 en Zamora. A la muerte de su padre, Fernando II, hubo de disputar el trono a su hermanastro, Sancho, fruto del segundo matrimonio de Fernando con Urraca López de Haro. Una vez coronado, en 1188, Alfonso IX se fijó dos grandes objetivos: solventar los conflictos fronterizos con Portugal y frenar la política expansionista del rey castellano, Alfonso VIII. A tal fin, ese mismo año convocó en León una Curia regia extraordinaria en la que, además de la acostumbrada presencia de miembros del clero y la nobleza, también participaron representantes de las ciudades, el tercer estado, en los que el monarca buscaba un mayor apoyo económico y político para consolidar su gobierno. En estas primeras Cortes se decretaron una serie de leyes y derechos que limitaron el poder del estamento nobiliario, y del propio soberano, al supeditar la autoridad real a las decisiones de la Curia.
Sin embargo, la inestabilidad política en el seno de su reino decidió a Alfonso IX a concertar una alianza con el rey castellano, que en 1188 había invadido el territorio leonés y ocupado la plaza de Coyanza, al tiempo que intentó afianzar su posición con respecto a Portugal, tomando en matrimonio a su prima Teresa, hija del soberano luso Sancho I, con quien en 1191 firmó una alianza anticastellana (pacto de Huesca), a la que poco después se unirían Navarra y Aragón.
La victoria almohade sobre el ejército castellano en la batalla de Alarcos (1195) vino a minar el ya precario equilibrio entre los reinos cristianos peninsulares. Aprovechándose de la situación, Alfonso IX se alió con el califa almohade, con la esperanza de recuperar los enclaves fronterizos ocupados por Castilla y, al año siguiente, se apoderó de la Tierra de Campos. La respuesta de Alfonso VIII no se hizo esperar: respaldado por Pedro II de Aragón, emprendió el ataque de León y se hizo con Alba de Liste, Monreal y Paradinas. El matrimonio, en 1197, entre Berenguela, hija del monarca castellano, y Alfonso IX, cuya unión con la princesa portuguesa había sido anulada por razones de consanguinidad tres años antes, puso fin temporalmente a la guerra entre ambos reinos.
La vieja enemistad castellano-leonesa volvió a surgir, sin embargo, en 1204 a raíz de la disolución del matrimonio entre Berenguela y Alfonso IX por el papa Inocencio III, pero la necesidad de hacer un frente común ante el invasor almohade unió a los dos monarcas, que en 1206 firmaron un tratado de paz en Cabreros.
La tranquilidad en las fronteras de su reino y el derrumbamiento del poder almohade tras la decisiva victoria cristiana de las Navas de Tolosa (1212) permitieron a Alfonso IX dar un nuevo impulso a la reconquista y repoblación de la España musulmana, empresa en la que se vio auxiliado por las órdenes militares. En 1227 se apoderó de Cáceres y, tres años más tarde, ocupó las plazas de Mérida, Elvas y Badajoz, quedando así abierto el camino hacia Sevilla.
Alfonso IX murió el 24 de septiembre en la localidad gallega de Villanueva de Sarria, tras designar herederas a sus hijas Sancha y Dulce, fruto de su matrimonio con Teresa de Portugal, excluyendo de la sucesión a Fernando III, el hijo habido de su unión con Berenguela. Sin embargo, el apoyo del clero y la nobleza leoneses a la candidatura de Fernando, que en 1217 había sucedido a su abuelo Alfonso VIII en el trono castellano, permitieron a éste ocupar el trono de León, con lo que ambos reinos quedaron unidos para siempre.
* BOL Hispánica Universal. Disponible en http://www.mienciclo.es/enciclo/index.php/Alfonso_IX_de_Le%C3%B3n
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