Carlos Mario FERNÁNDEZ FELIPE

Carlos Fernández Felipe nació a mitad del siglo pasado en Las Ledas. Desde muy joven tuvo una profusa actividad social a través de su participación el coro parroquial y el grupo de teatro de Breña Baja. Ello le convirtió en agente impulsor de muchas actividades, especialmente la del club de lucha Las Breñas. Fue considerado por muchos como uno de los mejores mandadores de este deporte en la Isla de La Palma.

No en vano, en 1974, ya como presidente de la Federación Insular de Lucha Canaria, marcó las directrices del futuro de este deporte, apoyando sobremanera su práctica en edades tempranas. Profesionalmente se desarrolló en un principio como maestro en los colegios de Aguatavar, en Tijarafe; Las Caletas, en Fuencaliente, y en los colegios de Breñas y Miranda, en Breña Alta.

Paralelamente, una de las experiencias destacadas protagonizadas por Carlos Fernández Felipe fue la presidencia del Teleclub comarcal de Las Ledas, toda vez que durante su gestión se construyó el edificio social que hoy conocemos como Balcón Canario. Posteriormente, en reconocimiento a su labor, fue nombrado responsable de todos los teleclubes existentes en la isla.

En 1977, Carlos Fernández Felipe fue designado vicepresidente del Cabildo y del Patronato Insular de Turismo, así como de la Mancomunidad Interinsular de Cabildos. Durante algún tiempo fue responsable de Política Institucional y, en 1985, asumió  su cargo como  delegado del Gobierno en la Isla, que ejercería durante once años.

En julio de 1997, con motivo del 50º Aniversario del otorgamiento a Breña Baja del Titulo de Muy Noble y Honorable Villa, el Ayuntamiento en Pleno le concedió la medalla de «Miembro Honorario de la Corporación» por entender que don Carlos había sido y era un breñusco de pura cepa. 

Un hombre que para sus vecinos y vecinas fue siempre servicial, cortés, atento y considerado. Fue un gran amante de su pueblo natal, profundo conocedor de sus muchas actividades, tales como el deporte, agricultura, ganadería viticultura o tabaco, entre otras, y divulgador de sus bondades. Su sabiduría y su cercanía serán por siempre recordadas en Breña Baja, cuyo ayuntamiento le ha dedicado una calle del municipio.